El parto no fue como esperaba

Cuando se está embarazada se piensa mucho en como nos gustaría que fuera el parto y hasta se llega a soñar con él. Se imagina en ese momento mágico en que se tiene al bebé en brazos y se le mira a los ojos mientras se está contacto piel con piel. Soñando que sea un momento romántico con la pareja y sentirse acompañada por profesionales que hablan bajito y dejan la luz tenue para que todo fluya naturalmente.

A veces nuestro parto no es como imaginábamos, puede ser que pongamos unas expectativas en él distintas a la realidad que nos encontramos en ese momento. Nos podemos topar en una situación nueva e inesperada como un dolor más fuerte de lo que pensamos, un parto muy largo, una cesárea… pero aunque no era lo que se esperaba te has sentido bien acompañada y comprendida en todo momento.

La cosa cambia cuando pasa todo lo contrario no solo no sucede como deseabas sinó que no encuentras ese calor, buen acompañamiento y se empatiza poco contigo. Puede haber mucha intervención en el parto, que te sientas sola, con mucho frio,…  

Nunca hubieras imaginado un parto así, ya que en algunos casos parece más bien una tortura.

Luego puedes sentirte poco acompañada por el entorno, pocos son los que entienden tu estado anímico, tus emociones y esas sensaciones que se despiertan después de todo lo ocurrido, y puedes encontrar respuestas como:

«¡Parir es eso! sucedió así y ya no lo puedes cambiar»

Veo el parto como un viaje solo de ida, ya que todo lo vivido no se puede volver a repetir y va a quedar grabado en nosotras de por vida. La sensación de culpabilidad puede impregnar todo tu cuerpo, ya que puedes sentirte culpable de haber elegido ese camino y no otro. En otras ocasiones puedes no entender muchas de las decisiones que se tomaron en ese momento, ya que puede que la comunicación fuera poco fluida y puedes llegar a sentir que:

“Me han robado mi parto”

Aunque a veces cuesta encontrar un apoyo y a esa persona que sepa validar todas tus emociones, es importante hablar de lo ocurrido y como te sentiste, para así ir quitándose ese peso de la culpabilidad que no pertoca.

Entender que en estos momentos puede hacer falta un acompañamiento más emocional y darse tiempo para una recuperación más lenta de lo esperado. 

Un abrazo a todas las mujeres que no tuvieron su parto soñado y mucha fuerza a tod@s l@s profesionales que veláis por un parto respetado siempre y más ahora en tiempo de pandemia

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