Hola
¿Cómo estás?
Sé que es domingo por la noche, pero hoy es un día especial en casa, estamos de celebración, hace 9 años que nos convertimos en mamá y papá.
Para las nuevas seguidoras, este es un día que se me remueven muchas emociones, ya que recuerdo mucho mi parto y todo lo que sucedió (puedes leer más sobre mis partos).
9 años que no solo me han cambiado por ser mamá sino por la decisión de una única persona que me ha hecho pasar por distintas montañas rusas emocionales.
No han sido años fáciles, desgraciadamente rabia y dolor llenaban parte de mi día a día. Mi parto me retumbaba constantemente en mi cabeza y había días que me hundía.

Hace un año que me tomé esta fotografía, aunque sea una tontería, cuando la observé percibí un cambio en mí. Pude ver en ella todo lo contrario a lo que estaba viviendo, vi una puerta abierta detrás de mí, esa puerta que me había abierto buscando las respuestas a todo lo que sentía, también todo el aprendizaje adquirido en este tiempo y todas aquellas personas conocidas y que me daban la mano en este proceso. De estas me acompañan grandes palabras que me abrieron los ojos y así escoger nuevos caminos para seguir andando.
Aunque creo que todo no está cerrado, esa cicatriz lleva un año sangrando menos. Me siento más valiente para hablar de ello y agradezco a las personas que se interesan a que pueda contarlo. Cada vez me siento más yo y empieza a gustarme el reflejo de mí en el espejo, también empiezo a coger mejor las riendas de mi vida, sin que mis emociones puedan dominarme.
Guste a quién le guste, pese a quién le pese… Anna empieza a renacer. ¿Hacia dónde me llevará todo esto? no lo sé, solo quiero estar en paz conmigo misma y tener ese «relax» emocional para poder pensar con claridad.
Muchas gracias por leerme
Anna
Valiente y sincera Anna!
De verdad que eso es lo que necesitamos las mujeres HABLAR! no solo para reparar, y si también para que los profesionales de la salud que atienden partos, se enteren y puedan cambiar sus hábitos de trabajo, su inercia, su rutina. Y si el problema es la sobrecarga asistencial que se planten. Y si el problema es la falta de sensibilidad, debemos decírselo con respeto y asertividad. Ya basta de mujeres sumisas! Gracias Anna por recordárnoslo!
Núria Vives.www.partoymovimiento.com
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Muchas gracias Núria
Te agradezco mucho que me dejaras tu espacio para poder contarlo, aunque que para muchos les parezca una tonteria y crean que lo mejor es callar y silenciar ese dolor, hablarlo y encontrar el apoyo de fantásticas mujeres que desean cambiar la forma de nacer, hacen que una pueda interiorizarlo y aceptarlo para poder seguir contandolo y para mostrar al mundo los daños de la violencia obstétrica.
Muchas gracias por todo tu apoyo y por todo tu trabajo.
Un abrazo muy grande
Anna
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