Un regalo muy especial

Hemos regalado nuestra placenta, aunque algunos puedan verlo como raro, para nosotros ha sido un regalo muy especial y emotivo. Ha estado un momento maravilloso y poderoso volver a reencontrarnos con ella, agradecerle su función y darle otra vida para nutrir.

La mayoría de veces se trata a la placenta como un despojo del embarazo, pero nos hemos parado a pensar que es muy importante: sin ella el milagro de la vida sería imposible, así que es mágica, capaz de hacer crecer, proteger y alimentar a un bebé.

La hemos entregado a nuestra comadrona para que pueda albergar una nueva vida en su jardín y donde pueda reposar muy alegremente abrazada por las raíces de un árbol.

Ha sido toda una odisea encontrar el árbol idóneo y también descongelarla, pero también una celebración para peques y mayores. Hemos disfrutado cavando un pequeño hoyo, haciendo una impresión para guardar su recuerdo y finalmente enterrarla junto a un pequeño Álamo. También podemos decir que nos hemos deleitado de la tranquilidad de la casa de la matrona y de la amorosa comida que nos ha ofrecido.

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Llevamos en nuestro interior todo el acompañamiento y las palabras bonitas que siempre hemos recibido de nuestra comadrona. Ahora ella podrá disfrutar cuidando y viendo crecer a nuestro pequeño arbolito, esperemos que sea un árbol sano y fuerte para poder contar histórias debajo su sombra.

Muchas gracias Gaby por tanto.

(Un café con sal)

Anna Bermudo (@matenitat_emocionada)

Un comentario en “Un regalo muy especial

  1. Núria Vives dijo:

    ANNA,
    Me parece precioso ese ritual de toda la familia junto con la comadrona.

    Nosotros también plantamos la placenta con un rosal hace 20 años. Nuestro hijo sabe que es su rosal. Y lo comenta con toda naturalidad a su pareja y a sus amigos que la verdad se quedan siempre un poco sorprendidos.

    Y la matrona…. que te tengo que decir…
    GABY es comadrona, cocinera y jardinera vocacional. Es decir que su persona destila Amor!

    En francés a esas personas se dice que tienen les “doigts vertes” todo lo que tocan crece!
    O sea que vuestro álamo seguro que será el más fuerte y grande de la comarca!
    Gracias por compartir vuestra íntima y creativa experiencia!!! Núria Vives.

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